Monday, March 27, 2006

MONJAS REVOLUCIONARIAS

TRASLADO DE LA SEDE EPISCOPAL DE MÉRIDA A MARACAIBO.-
(Caso Histórico)

El Convento de Clarisas de Mérida se fundó en 1651 con esfuerzos y eficaz ayuda del Presbítero Juan de Vedoya.
A través de la larga tradición religiosa de la población, damas de mucho linaje tomaron el hábito y llevaron además de la dote, valiosas donaciones al Monasterio.
Hasta la época de las primeras tentativas de insurrección, el asilo era completamente apacible y hasta poético.
Pero el terremoto de 1812 y la guerra de Independencia fueron para las Clarisas causa de grandes pérdidas materiales y hondas tribulaciones espirituales.
Los bandos políticos de patriotas y realistas se veían reflejados también en el ánimo de las monjas. Al punto en que se llegó a popularizar el siguiente versito:
Las monjas están rezando
En abierta oposición;
Unas piden por Fernando,
Otras ruegan por Simón.
El hecho que más influyó para definir los bandos entre las religiosas, fue la disposición realista de trasladar el Convento de Mérida a Maracaibo.
La misma fue solicitada por el Vicario Capitular Irastorza y por el Dr. Mateo Más y Rubí con el pretexto de la ruina general producida por el terremoto en la ciudad de la Sierra. Aunque la verdadera razón era castigarlas por revolucionaria, privándola de las instituciones y preeminencias que más la enaltecían.
Obtuvieron la real provisión de la Audiencia de Caracas en 1813 pero las circunstancias políticas no permitieron a los realistas llevar acabo el traslado sino hasta 1815.
De treinta que eran las monjas, trece optaron por trasladarse a Maracaibo, siguiendo la voluntad de las autoridades realistas. Entre ellas la hermana y la prima del Prebendado Dr. Más y Rubí.
Mientras que pertenecían al bando de las opositoras, las tres hermanas del Dr. D. Cristóbal Mendoza y otras ligadas muy estrechamente por la sangre, a los próceres merideños y trujillanos.
Desde la víspera al día señalado, 3 de mayo de 1816, se sacó a la portería del Convento todo el equipaje. Entre los objetos del culto que debían transportarse estaba la antigua imagen de Santa Clara.
Pese a la discrepancia en opiniones políticas, existía entre las monjas cálidos afectos cultivados a través de las prácticas religiosas. La despedida fue triste y conmovedora de ambas partes.
Oportunamente habían ido los arrieros a levantar el gran equipaje. Cuando le llegó el turno al bulto que contenía la imagen fue grande la sorpresa de todos los presentes al ver que pesaba como si contuviera barras de plomo. Se necesitaba la fuerza de dos hombres para moverla apenas del suelo. Era del todo imposible moverla a lomo de mula.
Ya las monjas estaban a caballo en la calle en actitud de marcha cuando el Dr. Más y Rubí, consideró que la novedad podría ocasionar alboroto por parte del pueblo y ordenó dejar la caja y emprender la marcha. También encomendó reservadamente al Capellán del Convento y a las autoridades realistas que allí estaban, la averiguación del caso, por si se trataba de alguna superchería.
Pero tal sospecha resultó infundada, porque al alejarse el numeroso grupo de viajeros, escoltados por fuerte piquete de tropas, se procedió a abrir el pesado bulto. La imagen apareció con su vestido de costumbre y algunas flores artificiales que las monjas habían puesto en los espacios vacíos. Sólo el busto y brazos de la Santa eran de madera maciza, montados en un armazón de tablas en forma cónica.
Viendo que allí nada había que fuese de gran peso, volvieron a tantear el bulto, notando con nueva sorpresa que ya no pesaba como antes.
Poseídos de santo temor ante este hecho evidente, resolvieron allí mismo que la imagen fuese devuelta a las monjas que se habían quedado en el Convento de Mérida.
Mayor fue el asombro al ver que dos débiles mujeres, sin mayor esfuerzo, hicieron lo que no habían podido hacer los forzudos arrieros: levantar fácilmente la caja, con todo su contenido, del suelo. Introdujeron la imagen con prontitud al sagrado recinto donde fue recibida con innumerables exclamaciones de admiración por la comunidad.
Antes de regresar a la Santa a su nicho de honor en el templo, le improvisaron un altar circundado de flores frescas, le encendieron multitud de velas y quemaron incienso y mirra. Trémulas de gozo por el milagroso hecho, cayeron de rodillas ante Santa Clara, deshogando su agradecimiento por medio de fervientes y entrecortadas oraciones.
Hallándose la ciudad dominada por los realistas, las autoridades trataron de ocultar el misterioso caso que favorecía los intereses de los patriotas. Pero, como era de esperarse, a hurtadillas y en secreto, corrió la crónica por el poblado y los campos: Santa Clara se hizo la pesada para no salir de su Convento.
La peregrinación de las monjas que siguieron la voluntad de las autoridades realistas fue triste y angustiosa por la fragosidad de los caminos y las lluvias torrenciales del mes de mayo. Para colmo una de las monjas, que iba enferma, murió en Timotes, lo que retardó seis días la marcha. Finalmente arribaron a Maracaibo el 21 de mayo y recibieron una buena y solícita hospitalidad.
Pero el definitivo establecimiento del Monasterio en la importante ciudad lacustre se vio entorpecido, en 1817, por la muerte de su principal promotor, el Vicario Capitular Irastorza. Las acciones quedaron en manos de otro de sus patrocinadores: el Obispo Lasso. Quien, en 1821, cambió de opinión política y de parecer al respecto y ese mismo año, el Congreso de Cúcuta decretó la restitución a Mérida de la Sede Episcopal y sus anexos, de los que había sido despojada por los realistas.
Extinguido el régimen colonial en toda Venezuela también concluyó la división de opiniones entre las Clarisas. Volvieron a Mérida en 1827 las monjas, que habían partido en 1816, menos cinco, ya fallecidas.
La alegría fue inmensa con la llegada de las ausentes y se echaron al vuelo las campanas, volvió a verse a la Santa Patrona circundada de flores, luces y perfumes, al tiempo que el órgano y los cánticos llenaban de armonía el recinto de la hermosa capilla.
Las adversidades políticas ya no entibiaban los sentimientos de dulce fraternidad religiosa: no había ya realistas ni insurgentes. Bajo el hermoso tricolor de la República, todas volvían a formar como antes un solo coro de piadosísimas almas, consagradas al servicio del Señor bajo la estrecha protección divina de la milagrosa Santa Clara.

Fuente: Mitos y Tradiciones Tulio Febres Cordero

Monday, March 20, 2006

Arrobas, Tubos y Cañas a favor de los Patriotas


Arrobas, Tubos y Cañas a favor de los Patriotas
Gracias a Una visita decisiva y oportuna
Caso Histórico

El segundo Obispo de Mérida, Dr. Manuel Cándido de Torrijos, en 1794 tuvo un pontificado corto pero se hizo célebre por los abundantes y valiosos regalos que hizo a la Catedral y al Seminario. Se dice que su equipaje constaba de cuatrocientos bultos, y que en ellas venían treinta mil libros para la Biblioteca del Seminario. Además de los instrumentos necesarios para montar en dicho Instituto el Gabinete de Física, entre ellos la primera máquina eléctrica en Venezuela. También trajo el cuerpo de San Clemente Mártir, santa reliquia que aún se venera allí y que está colocada en el altar del Crucificado. De sus alforjas provienen ricos ornamentos, un reloj muy fino para la sacristía y un famoso órgano cuyas flautas eran de plomo y pesaban por sí solas más de seis arrobas (Unidad de peso usada en España y varios países de América del Sur).
El terremoto de 1812 acabó con el instrumento y en el traslado que se hizo de los objetos salvados del cataclismo, sus tubos fueron a parar a la casa de Jaime Fornés en la ciudad de Ejido, quien aparte de español era consumado realista. Mientras su esposa, Doña Isabel Briceño, era fervorosa partidaria de los patriotas, tanto por vínculos de sangre como por propia inclinación.
En 1813, ante el eminente combate de Cúcuta, por la aproximación de Bolívar procedente de la Nueva Granada, el jefe español Correa solicitó auxilio de toda clase a las tropas del rey. Se dirigió al Vicario Capitular Dr. Francisco Javier de Iraztorza quien, incluso acudiendo a su propio peculio, logró recopilar mil pesos. Y, a falta de armas y pertrechos que facilitar, dispuso le fueran remitidos los tubos del órgano para que los convirtiese en balas.
Unos comisionados realistas presentaron la orden en casa de Jaime Fornés y prepararon los bultos que se trasladarían a Cúcuta al amanecer del día siguiente, con el dinero y las seis arrobas de plomo que pesaban las flautas del órgano de la Catedral de Mérida.
Pero la visita, antes de anochecer, del canónigo Dr. Francisco Antonio Uzcátegui en casa de Fornés produjo un cambio significativo.
Este querido religioso propició multitud de beneficios al pueblo. En Mérida y Ejido fue el fundador de la instrucción popular gratuita. Sus bienes particulares estaban al servicio de toda obra de interés general. Solía atender con prontitud y eficacia las necesidades públicas y siendo Vicario de Mérida para 1781, fue el mediador escogido por las autoridades de Caracas y Maracaibo para contener la insurrección proclamada por los pueblos de la provincia. Incluso llegó a ejercer el cargo de Presidente desde 1810 hasta poco después del desastre natural de 1812, cuando llegaron tropas de Maracaibo y Coro, a someter la ciudad. Para entonces, el Dr. Uzcátegui tuvo que emigrar para la Nueva Granada y a su paso por Ejido recomendó la ocultación de los tubos del órgano, para que no llegasen al poder realista.
Esta visita resultó decisiva y oportuna ya que el Dr. Fornés se encontraba ausente y la orden enviada de parte del Vicario a cargo, que era el propio Uzcátegui, habría confundido a la Señora Fornés.
Doña Isabel Briceño, que era admiradora del canónigo, le prometió hacer todo lo posible para impedir la entrega del plomo a Correa. Entonces concibió una idea atrevida, cuya ejecución exigía prontitud y destreza. En el silencio de la medianoche, la dama, de puntillas se dirigió a un esclavo para imponerle el plan secreto de salvar los tubos. El esclavo colaboró al máximo. Entre los dos desenvolvieron las flautas y las sustituyeron por cañas de igual peso.
La consternación de Correa habría desencadenado castigos terribles de no ser porque tenía preocupaciones más prioritarias. Las armas de Bolívar habían apagado los bríos del ejército realista en Cúcuta. Por lo tanto, todos sus cuidados estaban en salvarse de la persecución de los victoriosos patriotas
Libertada de nuevo la provincia de Mérida, en mayo de 1813, pudo el canónigo regresar del destierro y cuidar del uso de los tubos. En 1814 se dispuso traer de Ejido los restos del órgano pero las exigencias de la guerra lo impidieron. La ciudad cayó en manos de Calzada y los principales patriotas emigraron bajo el amparo del ejército de Urdaneta.
A su paso por Ejido, regresó a casa de su copartidaria Doña Isabel Briceño para decirle:
-Ahora si se van los tubos del órgano para Cúcuta.
Lo cual era claro. Llevaría los tubos convertidos en balas a Cúcuta pero esta vez a favor de la patria. Esas flautas, que dulcemente habían resonado en los templos sagrados, resonarían de otra forma, en los campos de batalla, bajo las banderas de la naciente República.

Fuente: "Mitos y Tradiciones", Tulio Febres Cordero, Biblioteca Popular Venezolana


Monday, March 13, 2006

¿Qué o Quién es "QUIRPA" en las canciones llaneras?


QUIRPA
Cuando disminuyeron las guerras y levantamientos en Venezuela, a mediados del siglo XIX, los comerciantes de la época aprovechaban para trasladarse por difíciles caminos, desde los llanos orientales ó centrales a vender sus mercancías y a comercializar el ganado, siendo los únicos medio de transporte los burros, bueyes, mulas y caballos.
JOSÉ ANTONIO OQUENDO, al que apodaban “QUIRPA”, fue uno de estos comerciantes. Con certeza no se sabe su lugar de nacimiento, algunos creían que era de Palmarito ó Guasdualito, lo cierto es que era llanero de a caballo de pura cepa.
Quirpa era cantador recio de la sabana, buen coplero, buen contrapunteador, su voz era reconocida en todos los rincones del llano.
Así como Don Quijote andaba acompañado de Sancho Panza, Quirpa siempre andaba acompañado con su amigo y compañero de faena y parranda, “EL GUITARRERO” y la con “la camoruca” ó arpa llanera, la cual “QUIRPA”, ejecutaba genialmente.
Quirpa encendía la fiesta, con su grito de guerra: “...llego “QUIRPA”, el arpista y buen coplero. Vamos a ver quien responde, acompáñame guitarrero”. Y la gente se animaba en tarantines entre palos de aguardiente y el contrapunteo.
En uno de estos viajes, JOSÉ ANTONIO OQUENDO, “QUIRPA”, venía hacia Caracas, con una madrina de ganado llegando a San Sebastián, le comento a su “GUITARRERO”: “...mire compa ya vamos llegando a San Sebastián, … nos llegamos a Güiripa pueblo fresco y de mujeres bonitas, yo tengo muy “guenas” relaciones con esa gente, y vamos a parrandeá tó la noche, y “jembra” que se me alebreste, me la llevo en los cachos...”
“QUIRPA”, era conocido ampliamente en el pueblo, su fama había llegado hasta Güiripa, y en una sola voz se oían a los lugareños: “...epa cuñaó a pararse que llego Quirpa..”
A medida que las horas pasaban, el parrandon tomaba más calor, y bajo los efectos del alcohol, “Quirpa” y “El Guitarrero” no dejaban de tocar, lanzando coplas tras coplas en recios contrapunteos.
Cuentan, que “Quirpa” puso los ojos en una morena deslumbrante que también le correspondía, haciéndole “ojitos”. “Quirpa” inspirado por la belleza de esta mujer, se olvido de sus contrarios, y comenzó a galantear con sus versos a la morena, pero, la mujer tenía “dueño”, y su “dueño” también era coplero, y así salió retando a “Quirpa” improvisándole versos fuertes u ofensivos, y Quirpa le replicaba ridiculizándolo.
El marido celoso, muerto de rabia por los celos y la impotencia contra “Quirpa”, lanzó este verso: “... si has llegado a estos lares, viniendo desde tan lejos, ya se te acabo el carburo, tu eres un pobre pendejo y que se sepa en Caracas también en el mundo entero que aquí en Güiripa señores, no quieren a los llaneros..”, Inmediatamente puñal en mano saltó hacia Quirpa, y de un solo tajo cortó las 32 cuerdas del arpa que con maestría tocaba “Quirpa”, y es así como se prende la trifulca.
“Quirpa” como buen llanero, se defendió a puño limpio contra quien se atrevió a dañar su arpa. En medio de la riña, “Quirpa” recibe certera puñalada, que le quita la vida en el acto. “El guitarrero” sale en su defensa, pero también es herido, y dicen, que recibió hasta dieciséis puñaladas.
Cuentan, que todo quedó en silencio, y en medio de la penumbra, solo se destacaban dos cuerpos tendidos sobre la tierra, el de “QUIRPA” y “EL GUITARRERO”, y la sangre llegaba hasta el río, tiñendo las aguas de rojo, las cuales corrían corriente abajo, siguiendo su propio destino.
Fuente: http://www.coplasyleyendasdevenezuela.com/
Redacción: Liliana Suárez

La Quirpa / Joropo
Güíripa lo llaman quirpa,óyelo bien, quirpa es joropo llanero,que lo tocan en el arpacon maraca y guitarrero.
Quirpa nació en la sabana,donde nacen los cantaresy como quirpa lo dijolo cantaron los palmares.
Hombre del alto apureño,con alma y conversaciónsi yo tuviera su coplaóyelo bien, se lo cantaría al bordón.
Apure llora en silenciomientras el arpa se oíaporque en el llano se supoóyelo bien, que la quirpa se moriría.
Su nombre quedó en güiripasu voz quedó en el palmarsu pensamiento en la brisay su copla en el cantaryo no sé por qué en güiripano quieren a los llanerosporque mataron a quirpae hirieron al guitarrero.
Tomado de http://www.venezuela.ch/cancionero/quirpa.html

Monday, March 06, 2006

Glosario MariaLioncero


Ánima Alma en pena o del Purgatorio que puede ser invocada para determinados rituales o trabajos.
Astrología Arte adivinatorio que consiste en determinar la influencia de los astros sobre el curso de los acontecimientos terrestres, y en hacer predicciones sobre el futuro.
Baño Limpieza del cuerpo con agua, esencias líquidas y objetos ritualistas.
Brujo Practicante espiritista que trabaja con espíritus malignos y malas energías (magia negra). Algunos devotos también los llaman hechiceros.
Cartomancia Arte de adivinar el futuro a partir de combinaciones de naipes.
Celtas Ibéricos Grupo de pobladores de la vieja Europa y que hablaban una lengua indoeuropea.
Cosmovisión Manera de ver e interpretar el mundo.
Criollos Hispanoamericano nacido o descendiente de españoles.
Chamán Sacerdote de alta jerarquía. Hechicero que entra en comunicación con los espíritus de la Naturaleza, utilizando para ello las técnicas del éxtasis y del trance.
Danta Mamífero paquidermo de unos 2mts de longitud y 1mt de alto. Cabeza grande, trompa pequeña, orejas redondeadas. Vive en Asia Tropical y América.
Despojo Rito o ejercicio espiritista de purificación, limpieza y baño espiritual. Limpia.
Espiritismo Ciencia oculta que tiene por objeto provocar la manifestación de seres inmateriales a través de médiums.
Fábula Narración corta de la que se extrae una moraleja. Relato falso, ficción con que se muestra una realidad.
Hallaca Plato típico Venezolano que se prepara para celebrar la nochebuena y año nuevo. Compuesto principalmente de carne de res, cochino y gallina con aliños como aceituna, pimentón, cebolla, jamón, pasas, etc. Se prepara de diversas formas según la zona del país.
Leyenda Narración de hechos fabulosos a veces con una base histórica que se transmite por tradición oral o escrita.
Macumba Rito afro-brasilero producto de una evangelización superficial que dio origen a una mezcla de elementos cristianos y no cristianos. Los esclavos negros se mezclaron con los españoles, produjeron el mestizaje y se acercaron al catolicismo.
Médium Persona capaz de recibir incorporar o bajar un espíritu haciéndolo presente. Guía espiritual del culto.
Mito Relato popular en el que intervienen seres sobrehumanos o en los que se proyectan complejos individuales o relaciones familiares o sociales.
Multi-sápida Alimento de múltiples sabores.
Mozárabes Relativo a la población de la España musulmana que conservó la religión cristiana.
New Age Fusión de nociones de hinduismo, sufismo, budismo y taoísmo.
Ñañinguismo En Cuba durante la dominación española, adepto a una sociedad secreta Afro-cubana que ejercitaba prácticas religiosas.
Orientalismo Estudio de las disciplinas orientales como hinduismo, sufismo, budismo y taoísmo.
Ondina Ser imaginario de la mitología germánica y escandinava que se decía habitaba en las profundidades de las aguas.
Onza Especie de felino salvaje de América en vías de extinción. Mide un poco más de un metro de largo, pelaje corto, sin manchas, bayo, gris o negro. En Venezuela, se le conoce también como Gato Cervantes, Ocelote. En Colombia como Ulkama, en Brasil como Maracaya-preto.
Ocultismo Estudio y práctica de las ciencias ocultas como la alquimia, la magia, la nigromancia, astrología, cábala, adivinación, espiritismo, que se basan en pruebas no experimentales.
Santería Práctica de rituales afroamericanos establecidos por la religión Yoruba (pueblo de Nigeria). Sus seguidores creen en la sanación de enfermedades con la ayuda de los santos.
Sirenas Divinidad del mar, medio mujer y medio pájaro, temible por el canto de su voz. La iconografía medieval la representó con busto de mujer y cola de pez.
Sorte La montaña de Sorte se encuentra ubicada cerca de Chivacoa, en el edo. Yaracuy
Superstición Tendencia derivada del temor o la ignorancia a atribuir carácter sobrenatural,
sagrado u oculto a ciertos acontecimientos. Ejemplo: Mal de ojo Espíritu malévolo que se proyecta a través de la mirada con el fin de causar daño y peligro.
Vudú (de Dahomey, Haití) Culto muy difundido entre los negros de las Antillas y de los estados del Sur de Estados Unidos de América. Divinidad venerada en dicho culto.
Yara Uyara o Wauyara. Deidad o mujer hermosa protectora de la selva y diosa de los ríos, según mito indígena amazónico.
Bibliografía consultada:
Edmundo Bracho “María Lionza en Venezuela”. Publicado por la Fundación Bigott. Con referencia a los siguientes autores: Gilberto Antolinez “Los ciclos de los dioses”; Bull Hellmuth Straka; “¿Vino de España María Lionza?”; Gustavo Martín “Magia y religión en la Venezuela contemporánea”.
Pequeño Larousse Ilustrado 2001

Diferentes versiones del origen de María Lionza


Según el médium Sócrates Díaz, era hija de terratenientes españoles y de pequeña fue llamada por el Genio de la Laguna, entre encantos aromáticos. Una vez ahí, comenzó a hundirse en el torbellino con el que la gran anaconda se proponía terminar de poseerla y engullirla. Pero un diligente felino, una onza, saltó sobre la serpiente, arrancándole los ojos; y salvando a la niña. La onza la protegió hasta que la Virgen María la nombrara Diosa y Dueña de la Montaña. María de la Onza fue su nombre, y sus poderes se extendieron por todo el territorio selvático.
Según la sacerdotisa chamana Beatriz Veit-Tané, se trataba de una joven india caquetía, que invocaba espíritus y se comunicaba con la fauna. Una vez llegadas las tropas conquistadoras, pidió a su pueblo huir hacia la montaña pero creyeron que estaba poseída y la mataron. Cuando los conquistadores arrasaron con gran cantidad de nativos, la joven descendió de la montaña fortalecida por el Ser Supremo y volvió a nacer para ayudar a su raza a hacer frente a los invasores. Fue entonces cuando se le vio con la figura y el halo de la Virgen María.
Se le considera, según otras versiones, la representación en Venezuela de la Virgen de Balma venerada en España. Según ciertos investigadores, hasta finales del siglo XIX, existió un culto similar en la española Sierra de Maestrazgo. Cerca del pueblo Zorita, está la cueva sagrada de Balma, donde se dice que apareció la Virgen María a un pastor errante, en el siglo XIII. Así como los feligreses de María Lienza asisten a los pozos de la montaña para baños y despojos; en la Balma española hacían lo mismo personas provenientes de otras zonas de España. Los rituales eran presididos por sacerdotisas tal como aquí.
Otros escritores afirman que se trataba de la hija única de un hacendado español y de una india. Las tribus caquetías decidieron atacar por sorpresa la hacienda donde vivía y hacerse con la niña. Fue su nodriza, una caquetía iluminada, quien escapó a tiempo con la pequeña en brazos, hasta una cueva en la montaña. Los indígenas quemaron toda la propiedad donde perdieron la vida los padres de la criatura. Fue en la cueva, y durante las noches, que las fuerzas sobrenaturales de un Dios único la hicieron: Reina. Ahora doncella y Ama de la Naturaleza, la Fecundidad y la Belleza, María Lionza aparecía en las noches de plenilunio (luna llena), sobre una danta, protegiendo la montaña selvática y a los oprimidos que le pedían favores y ofrecían reverencias.
En el mito de María Lionza es evidente el componente catolicista desde la colonia. Según algunos devotos consultados, la imaginan con rasgos ibéricos y creen que se aposentó sobre las montañas de Sorte para proteger a los indígenas, siguiendo las instrucciones del Dios cristiano y hablando según dictamen del Espíritu Santo. Se le venera en la forma de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, así como a la Divina Pastora. También se le considera la reencarnación de la musa indígena, María de Paraguachí (población de Nueva Esparta) o la aparición de la propia Virgen María.
También es notorio que uno de las insignias más emblemáticas de su culto sea la Cruz de Caravaca. Resguardada en uno de los portales más relevantes y extraordinarios de la montaña en Sorte. Para dar comienzo a las ceremonias todo médium se persigna ante sus hermanos y recita encendido de fe: “Dios Todopoderoso te bendiga, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que la Santísima Trinidad y nuestra Reina María Lionza te acompañe, a ti y a los tuyos. Amén”.

Bibliografía consultada:
Edmundo Bracho “María Lionza en Venezuela”. Publicado por la Fundación Bigott. Con referencia a los siguientes autores: Gilberto Antolinez “Los ciclos de los dioses”; Bull Hellmuth Straka; “¿Vino de España María Lionza?”; Gustavo Martín “Magia y religión en la Venezuela contemporánea” y apoyo del Antropólogo cubano Fernando Ortiz y el escritor e investigador Brasileño Oswaldo Orico.